domingo, 17 de mayo de 2009

Bestiario, franz kafka

Bestiario es un libro que está compuesto por once cuentos. Los protagonistas de estos cuentos son animales fantásticos que crea el autor para criticar a un sector de la sociedad. El refleja mucho de su biografía en estos cuentos como su profesión, religión y familia. Kafka nunca quiso que sus cuentos fueran publicado pero su amigo Max Brod los pública como fueron escritos en orden cronológico a la muerte de Franz. Este es un libro difícil pero penetra en los sentimientos de las personas. Cada texto refleja lo que piensa Kafka, él trata de criticar de esta forma a la sociedad para que en cierto punto nos podamos dar cuenta de cómo en verdad en nuestro mundo y tratar de buscar un cambio. Al leer este libro yo pude hacer reflexión de muchos temas y algunos hasta los logre comparar y analizar con mi vida diaria. Me di cuenta de muchas cosas que sí sabía que existían pero no sabía la prioridad e importancia que tenían en el mundo esos temas. Pienso que el autor del libro lo único que busca de nosotros es hacernos reflexionar para que de esta forma podamos vivir en una mejor sociedad donde no existan tantos desperfectos. La opinión que yo tengo de este libro es excelente. Siento que es un libro con un lenguaje confuso y complicado pero si analizas los textos le puedes sacar un gran provecho y aprender nuevas cosas. Me gustó leer este libro ya que no tenía ni idea de que atreves de los animales la gente pude expresar su punto de vista enormemente muchas veces es mayor la forma en que puedes expresar tu punto de vista a través de un animal que si lo expresas normal. Es un libro muy bueno.

Video

Cuadro

Cuento



El día en que mí vida cambió.








En una pequeña aldea en el Amazonas, nació un niño no muy común. A primera vista se podía decir que era un niño normal, con piel morena y fuertes facciones como los hombres de esa aldea. Pero conforme fue creciendo su madre se dio cuenta que era muy distraído e
infantil. Pues mientras que otros niños ayudaban a cazar a sus papas, él prefería quedarse en casa y jugar solo ya sea armando cosas o inventando juegos. Sus padres se preocuparon pues al parecer él no tenía ni un interés en hacer lo que los hombres de la tribu tenían que hacer.

El hecho de ser raro hacia que los otros niños de la tribu no lo aceptaran en sus actividades o hasta a veces se divertían molestándolo. Hubo muchas veces que se sentía solo y deseaba jugar con alguien más, pero la gente no lo aceptaba por ser diferente.

Un día que el sol salió con un resplandor infinito, el joven se despertó y le dijo q su padre que le quería ir con él a cazar. El padre se sorprendió al escuchar eso de su hijo y después de un momento se le llenaron los ojos de lágrimas. Le dio su mejor lanza y le enseño lo básico para casar.

Llego la hora en que se tenían que reunir con el grupo de caza para poder ir todos juntos. Cuando se acerco el joven y su padre la mayoría de los niños y padres se sorprendieron al ver al joven raro con ellos.

Los niños preguntaba que hacia el ahí. El joven mentía ya que decía que en realidad a él le gustaba cazar.. Los niños no se lo creyeron y lo siguieron ignorando.

Los padres e hijos se dividieron en adultos y chicos. Los adultos irían a la zona donde había más tigres y animales peligrosos. Mientras que los chicos a lugares donde había aves o pequeños animales.

Al joven raro le costó mucho trabajo separarse de su padre y tener que ir de caza con esos desconocidos que no lo trataban de una manera adecuada. Pero que más podía hacer ya había llegado hasta ese punto y no iba a retroceder.

Los niños estuvieron muy entretenidos casando aves, peses, etc… todos se la estaban pasando bien, todos excepto uno. El joven raro que no había casado ni un solo animal y se había recluido debajo de un árbol. El líder del grupo de niños fue a ver cuál era el problema.

El joven raro contesto que no estaba de ánimo para casar. Cuando la verdadera razón era que no le gustaba mata a un ser vivo. Los niños rieron y rieron con su respuesta, sabiendo que era una mentira. El joven se sonrojo y se pudo ver un resplandor de unas lágrimas en sus ojos.

El líder empezó a decir que era una deshonra para su familia y que no servía para nada más que sus juegos tontos. También otro niño agrego que su padre era igual de fracasado que él. Esto molesto mucho al niño y dio un grito que hizo que todos se callaran de una vez.

El dijo que el casaría al animal más difícil de casar, el más bello y perfecto animal, el animal que tanto se hablaba en la aldea: el tucán de pico de colores.

Después de este comentario los niños rieron con más intensidad que antes. El joven furioso tomo la lanza de su padre y se adentro en la espesa vegetación.

Pasaron varios años, y las risas de aquellos niños y las lágrimas de su padre seguían presentes en él. No había ni una señal del tucán de pico de colores, pero él no se daría por vencido.

Llego a matar muchos animales para poder sobrevivir, ya era algo común en el matar para sobrevivir. No sentía ni lastima o compasión por ellos. El deseo de honrar a su familia había hecho que todos sus principios anteriores desapreciaran.

Era una mañana normal, donde en la que el joven abría los ojos y se levantaba de la hamaca. Estaba preparando su lanza y un destello lo cegó. Era un fuerte destello que hizo que el joven volteara a ver que era. Encima de un árbol estaba un Tucán con un pico tan brillante y con muchos colores como nunca hubo. Ese era definitivamente el Tucán con el pico de colores.

Lentamente tomo su lanza y estaba preparado para dar en el blanco. El momento por fin había llegado tantos años en su búsqueda y ahí estaba. Sin silencio alguno el tucán voló y el joven corrió atrás de él. Sus piernas ya no eran flacas y débiles como antes ahora podía corre mucho y tenía mucha resistencia.

El tucán termino aterrizando en una casita perdida entre la vegetación. El joven de antes hubiera dudado en entrar pero el joven de ahora no tomo tiempo para poder si quiera pensarlo. En unos segundos ya estaba en la casa.

Parecía abandonada pero había señales de que alguien vivía ahí. Había ropa tendida y al parecer seguía mojada. El té en la mesa seguía humeando de caliente.

Una voz dulce y muy baja hablo rompiendo el silencio. La voz del saludo le pertenecía a un niño muy pequeño tendría la edad de unos 6 años. Él le preguntaba al joven que hacia ahí. El joven aun con la lanza en posición de ataque le dijo que estaba buscando un tucán que había entrado a esta misma casa.

En unos instantes estaba el sonido de un canto melodioso y vio a la hermosa ave posada en una silla de la mesa. Rápidamente el joven preparo la lanza para atacar, pero una gentil mano lo detuvo.

El niño dijo tranquilamente que no lo matara que el ave era buena y su carne era tan dulce que no servía como alimento. Asombrado el joven lo miro.

Esos ojos llenos de felicidad e inocencia. Le recordó una imagen que vio hace mucho tiempo en un espejo. Bajo la lanza y se agacho para estar a la altura del niño.

Le explico que él tenía que matar a ese tucán, para demostrar que él era parte de la sociedad de la aldea y dar honor a su familia. El niño se quedo perplejo como si no hubiera entendido nada. Y después de unos minutos puso su mano en el hombro del joven y le pregunto que porque quiere ser aceptado en ese lugar donde no lo aceptaban como era.

El joven no pudo encontrar respuesta esa pregunta y al no encontrarla se puso de pie y volvió a apuntar al tucán.

Esta vez no sintió el brazo del niño si no su voz en su oído. Le dijo que si el mataba le tucán el también moriría.

El joven volteo y miro de nuevo en sus ojos y no pudo encontrar ni un rastro de miedo. ¿Qué debía hacer? Este momento lo había esperado por años. Después en los ojos se formaron las siluetas de los niños, esos malvados niños molestándolo y riendo y a su padres llorando por la deshonra de su hijo.

Dio un grito y la lanza se disparo hacia el tucán. Había un charco de sangre donde estaba el cuerpo del tucán. Sintió un gran alivio al poder al fin alcanzar su sueño. Y después recordó. No quería voltear a ver, pero tuvo que hacerlo.

Un charco de sangre estaba alrededor del niño. El joven aterrorizado de lo que había hecho se acerco al cuerpo. Vio que la cara del niño tenía esa sonrisa todavía en su rostro como si estuviera durmiendo. El joven lloro y lloro hasta que no le quedaban lágrimas. Enterró al niño afuera de esa casa y tomo el cuerpo del tucán.

Dos días después en la aldea llego un hombre musculoso y muy sucio. Su mirada era dura igual que sus facciones. Muchos se preguntaban quien podría ser, no se veía muy grande para ser un hombre pero parecía más grande de lo que aparentaba. Se dirigió a la cabaña de su familia donde alguna vez jugaba con las iguanas. Entro y puso el cuerpo del tucán en la mesa y su padre sonrió.

Desde el día que mato al tucán hasta ahora no ha podido sacarse de la cabeza al niño que mato con el tucán. Desde ese día el se dio cuenta que su inocencia se perdió en el momento que el Tucán de pico de colores cerró los ojos.

El tucán representa la inocencia en la cultura peruana.